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"Rex eris si recte facies".

lunes, 16 de julio de 2012
16 de julio de 1212. A estas mismas horas, hace la friolera de 800 años, las tropas cristianas castellanas, portuguesas, navarras y aragonesas se estaban enfrentando al todopoderoso ejército almohade en la Batalla de las Navas de Tolosa. Los reinos hispánicos se jugaron el todo por el todo, pusieron toda la carne en el asador y se lo jugaron todo a una sola carta. El resultado de esta batalla pondría de lado la balanza para los cristianos o para los musulmanes. Los propios reyes estaban en la batalla. No como espectadores, sino luchando junto a sus súbditos por recuperar de una vez para todas Hispania, sabiéndose herederos de Toledo y estandartes de la Cristiandad.

16 de julio de 2012. 800 años después. Juan Carlos I, heredero de los reyes cristianos, está en su palacio, con su aire acondicionado y su mayordomo, comiendo trufas y viendo el "Sálvame". Así es la Monarquía de hoy en día. Estas semanas se ha venido especulando sobre la no asistencia del Jefe del Estado español a los actos de conmemoración de la Batalla. Yo he guardado la esperanza hasta el último momento de que se presentara, pues para eso es rey de España. Pero no, no ha ido. Se ha quedado en su casa, a la fresca. Y esto para mí, ya ha sido la gota que ha colmado el vaso. Intolerable su actitud.

Hace ya tiempo que veo cómo la Casa Real cae en descrédito. Tienen más protagonismos por programas del corazón y escándalos que por actos por y para el pueblo. No son una Casa Real, son un circo. Pérez-Reverte, en El Sol de Breda, narra cómo en medio de un motín, Alatriste le dice a Íñigo Balboa «tu rey es tu rey» (p. 84), obligándole así a no participar en la revuelta. Y tiene toda la razón. "Tu rey es tu rey", es el rey que te ha tocado, te guste o no; es el rey que te ha tocado, y como español, le debes obediencia y respeto. Pero yo ya a Juan Carlos no le puedo ver como mi rey. Sigamos con citas. San Isidoro de Sevilla dijo «rex eris si recte facies, si non facias, non eris», es decir "serás rey si actúas rectamente, si no actúas, no serás". Y Juan Carlos, hace ya tiempo que dejó de actuar rectamente. Sus principales defensores se basan en ser el salvador de la Democracia, de cómo abandonó la Dictadura y de cómo defendió la libertad en 1981. Hubo de esperar más de 25 años para que Juan Carlos volviera a hacer algo por España, en el celebérrimo suceso del "¿por qué no te callas?". Y ya. Estos han sido los grandes hitos de Juan Carlos I.

Yo con la famosa frase en la Cumbre Iberoamericana, volví a confiar en Juan Carlos. Parecía haber despertado de un letargo, de estar harto de las afrentas a España y a su nombre. Pero ahí se quedó. Los ataques a símbolos nacionales y reales han seguido y nadie ha salido castigado -la propia Constitución en el artículo 56 dice que la figura del rey es inviolable-. Juan Carlos lo que ha demostrado es ser un rey incompetente, que no sabe gobernar, prefiriendo ir de caza a países exóticos que asistir a actos de nuestra Historia, saliendo en la prensa por sus escándalos y por la de su familia que por realizar actos con el pueblo. Y luego le tildan de campechano.

Juan Carlos ha dejado de actuar rectamente, no puede ser rey. De nada sirve lo que hiciera en un pasado lejano. No se puede vivir toda la vida de algo, eso es ser muy oportunista. Juan Carlos ha convertido su corte en la de los últimos Austrias, la de Alatriste. Juan Carlos ha dejado de ir al campo de batalla -sin poner en peligro su vida en lucha alguna- para irse de caza y quedarse en casa. Hasta Felipe II, todos los reyes estuvieron presentes en guerras, poniendo en peligro su vida y la de sus hijos. Carlos V fue el último que salió de su Corte y acompañó a los ejércitos en las empresas. Felipe II ya lo dijo en San Quintín, la única batalla que presenció «¿es posible que de esto gustase tanto mi padre?». El Rey Prudente, más comodón, asentó la Corte y no salió de ella. Fue con él con el que empezó la salsa rosa real -en aquélla época se conocía como "Leyenda Negra"-, cuando los reyes perdieron su presencia en la lucha para estar presentes en las bocas y panfletos del pueblo. Su nieto Felipe IV -el rey de Alatriste e Íñigo Balboa- fue más dado a fiestas, cacerías -de elefantes no, por si acaso-, comedias y corridas de toros en la Plaza Mayor de Madrid. Con los últimos Austrias comenzó la salsa rosa real, y hasta hoy ha llegado.

Y ahora es cuando entran en escena los detractores de la Monarquía, con razón. Como todo hoy en día, sólo hay dos opciones: Blanco y negro, Monarquía o República. La Monarquía sirve para mantener la unidad española -muy bien expuesto por Juan Manuel de Prada en un artículo hace unos meses-, así como para garantizar el orden sucesorio, pues al no haber más opción que "al que le toque", no hay lucha alguna por hacerse con el poder. Siempre que en España no ha habido monarquía hereditaria, ha habido inestabilidad política: En el reino visigodo de Toledo, las luchas por el poder y los regicidios eran pan de cada día, con reyes que duraban semanas; en la I República, gobiernos de meses; y en la II República, los enfrentamientos por llegar a la presidencia del Gobierno -incluso una vez estallada la Guerra Civil- fueron constantes. La Monarquía es pues, quien da estabilidad y unidad al conjunto de las Españas.

Pero en efecto, no sólo hay Monarquía o República. Desde 1833, las opciones al trono de España tienen una vertiente más. Son los tapados por la Historia, los llamados pretendientes. El carlismo. Tras la traición a España de Fernando VII y su Pragmática Sanción, con Carlos María Isidro, hermano de éste y a priori futuro rey, surge un nuevo movimiento, tradicionalista. Fue Don Carlos el penúltimo rey que se puso al frente de un ejército español. Y tal vez la Historia fuera otra si la mala suerte -y el empeño de Don Carlos por tomar Bilbao- no hubieran provocado que Tomás de Zumalacárregui -el mejor general que han tenido las tropas txapelgorris- muriera. El caso es que la semilla de los pretendientes estaba plantada, creciendo y madurando con Carlos VII -último rey español en dirigir personalmente un ejército-.

Pero también hubo problemas dentro del carlismo. En 1971, el pretendiente Carlos Hugo -Q.E.P.D.- abrazaba el marxismo, traicionando así a todos los que lucharon por la Tradición, fundando un partido político, el Partido Carlista, de carácter federalista y de socialismo autogestionario. Por otra parte, Don Sixto de Borbón, hermano de Carlos Hugo siguió fiel al principio carlista. Fueron estos dos "carlismos" los que protagonizaron los tristes sucesos de Montejurra (1976).

Carlos Hugo tampoco pudo ser rey. Se apartó y fue expulsado del carlismo -por lo que tampoco ha obrado rectamente-. Algunos ven en su hijo Carlos Javier un futuro pretendiente. Pero aún no ha anunciado el abandono del marxismo y ya colma portadas de revistas y escándalos, tanto por su boda con una periodista -¿de qué me suena ésto?- como por tener un hijo bastardo.

Esto sólo deja una opción: Don Sixto de Borbón. Pero, ¿sería buen rey? ¿Basta que se le tenga a él en cuenta sólo porque otros no han obrado rectamente? Don Sixto de Borbón nunca se ha autoproclamado rey. Desde la escisión carlista, él siempre se ha referido a sí mismo como "abanderado de la Tradición" y "Regente", demostrando gran humildad y sin intenciones de querer el poder a toda costa, sino de ser él un mero administrador hasta que se solucionen las cosas -alguien tiene que haber-. A diferencia de Juan Carlos, Don Sixto sí ha participado en actos públicos relacionados con la Historia de España. Hace poco más de un mes, inauguró un monumento a las tropas rusas caídas en el Bando Nacional durante la Guerra Civil -sí, también había rusos no-soviéticos- y es el responsable directo de la "Asociación Santa María de África", una ONG destinada a la ayuda humanitaria y desarrollo en este continente. Igualmente, la Comunión Tradicionalista Carlista -pese a sus tensiones y discrepancias con Don Sixto- ha emitido un comunicado según el cual sí va a estar presente en los actos de la Batalla de las Navas de Tolosa.

Un rey que se preocupa por la Historia, presentándose a actos y llevando asociaciones humanitarias desde el ostracismo -preocupado no por el "qué dirán" sino por actuar con justicia y generosidad, y además de manera altruista- y teniendo que rebuscar en Internet para poder encontrarse referencias, sí merece regir un Estado, pues «rex eris si recte facies, si non facias, non eris» ergo «si facias, eris».

Carta al Presidente de la Unión de Cofradías Penitenciarias de Cáceres.

martes, 17 de abril de 2012

Cáceres, a 13 de Abril de 2012.

Estimado Presidente de la Unión de Cofradías Penitenciarias de Cáceres:

Le escribo para comunicarle una serie de incorrecciones y posibles medidas para evitar las primeras, con el fin de que la Semana Santa cacereña (declarada de Interés Turístico Internacional), no se convierta en el “circo” en el que año a año está degenerando esta tradición. Como ya hay “costumbres” que se repiten en las procesiones, este año -y sin poder aguantar más la pantomina que se está formando- he decidido ir apuntando todas aquéllos actos, incongruencias y faltas de respeto que se dan por parte tanto de los hermanos cofrades de las distintas Hermandades -siempre buscando la generalización, sin ceñirme a una procesión o Cofradía en concreto- como de los espectadores, quienes también deberían de moderar su comportamiento.

Así pues, procedo a escribirle cuanto antes una breve reflexión sobre este “circo” en Semana Santa, con el fin de hacerle que comprenda, lo que de verdad hay, y para -por si fuera posible-, aplicar ciertas limitaciones.

Para este análisis, parto sobre todo de las procesiones en las que los hermanos cofrades van sin verduguillo, capirote o cualquier otro elemento para cubrir el rostro. Hay cofradías, que dependiendo del rol desempeñado por el penitente -bien carga, bien escolta- llevan o no el rostro tapado. Da la coincidencia, que en todas en las que la primera circunstancia se da, más niños pequeños y chicas adolescentes procesionan; los primeros para que las vecinas y amigas de su madre puedan ver lo guapo que va, las segundas (bien maquilladas y peinadas) para que sus amigos puedan hacerlas bien de fotos -yendo con unos aires de superioridad inauditos en una fiesta religiosa de tanto calibre-. Es decir, que como se les puede ir viendo la cara -pudiendo ser reconocidos por el resto de espectadores-, los cofrades prefieren ir de carga (es de carga generalmente como se va descubierto) para que se les pueda ver bien (véase así el caso de las Cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, y la de los Ramos, Cristo de la Buena Muerte, Virgen de la Esperanza y San Juan Bautista, donde se dan “jaurías” de niños menores de 8 años “custodiados” por chicas adolescentes de menos de 17, procesionando ambos por mera apariencia -los primeros por su madre y las amigas de su madre y las segundas por sus amigos-).

Una forma de acabar con esto, es obligando a todas las cofradías la implantación de verduguillos y capirotes, pues de procesión se va a hacer penitencia (no a pasearse bien guapo por las calles con el único fin de ser reconocido y darse importancia), y la penitencia -es decir, el sufrimiento a cambio de cumplir una promesa o por haber pecado- debe ser privada y anónima (al igual que todos aquéllos penitentes que, pies descalzos, cargan con un madero a la espalda; esos tienen la admiración de todo el público, y ninguno puede ser reconocido).

Otra cosa mínima que debería ser obligatoria sería que el Hermano Cofrade esté bautizado y haya hecho la Primera Comunión; de esta forma, se asegura que en la procesión haya niños con una formación cristiana básica, que sepan por qué procesionan, que tiene un significado y unas connotaciones espirituales. Igualmente, para ser hermano de carga, se debería hacer el Sacramento de la Confirmación, teniendo así la persona una formación católica superior y -debido a su mayor edad- una altura y una fuerza física suficiente como para poder llevar el paso. Así, la distribución de roles quedaría de la siguiente manera: Entre 10 (Comunión) y 17/18 años (Confirmación), obligatorio hermano de escolta; a partir de la Confirmación, elección de carga o escolta. Eso sí, siempre con el rostro tapado, pues se trata de una procesión penitenciaria, no un desfile.

Igualmente, y para facilitar el tránsito de las distintas Procesiones y con el fin de que su vistosidad sea mejor, habría que vallar las distintas calles por las que pasa esta, de tal forma de que la gente no se cruce por el medio de la procesión, suponiendo un problema tanto a los hermanos cofrades -pues molesta bastante ver cómo se cruzan, dificultando el paso de éstos-, una falta de respeto hacia las Imágenes, penitentes y devotos, y sobre todo para que no sean molestados los demás espectadores, quienes -en la mayoría de los casos- llevan esperando horas para que justo cuando viene su objeto de devoción y espera, sean molestados porque ha cruzado alguien y tiene que meterse entre el público, para no quedar en medio de la marcha -y eso en el mejor de los casos, porque tampoco hace gracia que se ponga alguien que ha llegado hace un minuto delante de otra persona que lleva esperando horas-. También se evita que los cofrades salgan de la Procesión, para ir al servicio o directamente para irse a casa -he aquí la gran devoción y penitencia que sufren-. A su vez y para dar seguridad, sería recomendable presencia policial tanto en la vanguardia como en la retaguardia de la procesión.

Como última medida, propongo la supresión de los “pasos infantiles”, sin tradición ninguna y creados hace un par de años con el fin de que los chavales de 12/13 años puedan sentirse mayores por un día portando un Cristo; y es que no hay que olvidar, que ante todo, son niños, así que ya tendrán tiempo de crecer y cargar un paso de verdad. Curiosamente, sólo he visto dos Cofradías que hayan implantado esta nueva moda: La del Nazareno y la de Ramos, una coincidencia que tal vez se dé porque tal es el número de niños que van de carga sin tener edad para portar un paso, que han tenido que crear uno para que no haya stock. Tampoco estaría de más recordar a los espectadores que las saetas no se aplauden, pues son una oración en forma de canto personal de devoción hacia Cristo o la Virgen -según convenga-.

En resumidas cuentas, Cáceres posee una Semana Santa preciosa, de Interés Turístico Internacional. Tenemos que intentar entre todos mantener este status y hacer honor a tal distinción, procurando que la Semana Santa recupere la devoción y espiritualidad perdida, pues va camino de convertirse en un “circo” donde en lugar de leones, elefantes y payasos habrá cristos, vírgenes y hermanos de carga respectivamente; pues la Semana Santa se compone de olor -el del incienso y flores de primavera-, sonido -el de las bandas y agrupaciones instrumentales- y sobre todo, luz -la de los cirios que portan los hermanos de escolta, en peligro de extinción por mero hecho de ir con el rostro cubierto-.

Así pues, me gustaría que se tomasen en cuenta estas recomendaciones. Le escribe una persona que es hermano de la Pontificia y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, y que años ha, salía de escolta, pero que por estas circunstancias en esta carta descritas, ha perdido las fuerzas, la fé y la devoción necesarias para formar parte activa y directa de la Semana Santa de Cáceres, al ver cómo prima la apariencia y la importancia de procesionar sobre la espiritualidad y fé católica.

Un cordial saludo.


PD: Le adjunto dos fotografías en las que se muestra la “otra Semana Santa”, la que no interesa que salga en las guías turísticas pero que los foráneos también ven y cuentan:

"Educación" y verdadera devoción
de dos "cofrades". No hace falta
dar más explicaciones.
Esto es lo que acaba sucediendo
cuando participan niños
pequeños. Una estampa
lamentable.




Cuando los "llorones" llegan a tu casa.

viernes, 18 de noviembre de 2011
Viernes, 18 de Noviembre de 2011. Faltan escasos dos días para que haya Elecciones Generales en España. El  2011 no ha sido un año como otro cualquiera, pues el PP, la derecha, los fascistas, los que censuran todo o como lo quieran denominar, se cierne impasible sobre la Moncloa y sobre la carroña dejada por el actual Gobierno socialista, como un buitre hambriento que planea sobre un cérvido desnucado en Monfragüe -mismamente-. En Mayo se daba el primer aviso: La derecha, triunfaba en las Elecciones Municipales. Los rojetes anti-todo, viendo el percal que se les venía encima, decidieron "indignarse" en masa, pues estaban viendo que, el socialismo que tanto amaban, les estaba decepcionando, y el Gobierno en el que tantas ilusiones habían apostado, se iba al garete; aunque claro, estas desilusiones perfectamente podrían deberse a la idea que tienen estos jóvenes del comunismo, socialismo, anarquismo, republicanismo, etc., cebados por una idea romántica -sin haber leído nada sobre estos pensamientos-, alimentados sólo por la moda de ser de izquierdas.

Así pues, este grupete de "indignados" -término que corregiré en adelante-, organizó manifestaciones y reuniones lúdicas en plazas públicas, gimoteando porque la que se les venía encima era gorda: Volvía la temible derecha, se acabó "su" libertad y su vaguería, pues lo que más temen es que se ponga órden a base de mano dura, sin talantes. Pese a que en un principio se intentó moldear este "movimiento" de plural y apolítico, la mayoría de los españoles veíamos que tarde o temprano, se acabaría yendo todo hacia la izquierda, como suele suceder en estas cosas; y así fue.

Autoproclamados "indignados", pero que no dejan de ser "llorones". Lloran porque gana la derecha, lloran porque viene la mano dura -y ya me dirán la mano dura que tiene Mariano Rajoy, que sería comprensible si la jefatura cayera en manos de Espe-, lloran porque no tienen trabajo -¿acáso lo han buscado?, ¿acáso aceptarían trabajar de jornaleros, en la construcción, en una cantera o talando pinos?, ¿o es que quieren un trabajito en una oficina bien colocaditos con un súper contrato y un mega sueldo?-, lloran porque no se salen con la suya, lloran porque viene el Papa -como un niño asustado cuando viene el coco-, lloran porque "su" democracia no funciona, lloran de impotencia al ver lo que su queridísima izquierda les ha traído; y como niños de papá malcriados en una sociedad en la que lo tienen todo, en la que se quejan de vicio, en la que lloran por moda a llorar, pues la montan a ver si se pueden salir con la suya -cosa que, no ha salido, pues un niño de papá no sabe perder, no sabe afrontar la derrota, y que unas veces se gana, y otras se pierde-.

Muchos dirán «¿y qué hace el bobo este hablando ahora de Mayo cuando estamos en Noviembre?». Bueno, como todo, tiene su explicación racional. En este medio año, siempre he intentado pasar de estos llorones, pues lo único que consiguen es distraerme de mis quehaceres diarios y pensar qué es lo que hemos hecho mal en el s. XXI. Hasta ayer. Ayer, los llorones llegaron a mi casa. Ayer los llorones, entraron en mi Facultad. Ayer los llorones, destrozaron mi Facultad. Yo, por azares del destino, no me encontraba allí -pese a ver estado la hora antes en clase y en la biblioteca-, librándome de presenciar el acto que montaron allí.

Sobre las 20-20:30, tras haberla montado por la ciudad charra, tras haberle puesto un parapeto a la estatua de Fray Luis de León -y van ya cuatro desde que yo estoy en la Salmantina-, decidieron finalizar su manifestación en uno de los reductos de la izquierda más importante de la ciudad: La Facultad de Geografía e Historia, donde saben que iban a estar a salvo -a Derecho o Medicina no van los bichejos, ¡qué valientes son!-. Así pues, pusieron barricadas -¡en plenas horas lectivas!- y se pusieron a liarla, pues como buenos nenes de papá, hay que montarla para llamar la atención. Los periódicos salmantinos que han abordado la noticia, han contado su versión -aparte de que los llorones les increparon por hacer fotos y redactar la noticia (¿libertad de prensa? ¿libertad de oficio? pjpjpjpjajaja)-, con apenas fotos de lo que pasó allí. De las pocas que he podido conseguir, es la siguiente, en la cual se puede apreciar una ínfima parte de lo que yo he llegado a ver -pues por dentro, estaba aún mucho peor-:

Barricada situada entre la entrada de la Facultad y el pasillo donde están los
despachos de los profesores. Los sillones están situados en la otra punta de
la Facultad -por lo que los han traído de bien lejos-; los bancos en el mismo
pasillo de los docentes. Fuente: La Gaceta de Salamanca
Repito, lo que se aprecia en la imagen es muy poco comparado con lo que se veía por los pasillos de abajo, donde había mesas de estudio puestas en horizontal -con los bancos de soporte para que no se cayeran- obstaculizando los pasillos, mesas que miden unos 4 o 5 metros de ancho, por lo que ésta era la altura de la "muralla" que levantaron. También han hecho pancartas en cartón y un gran lema en el suelo: Reacciona. Un tanto idiota, pues parece que buscan que ese "reacciona" sea pisoteado. De todas formas, lo que más me ha llamado la atención, es que para el collage tan bonito que han realizado, han utilizado los papeles que hay por la Facultad, y como se les acabaron, tuvieron que poner propaganda de un conocido restaurante de pizzas.

Luego vendrán diciendo que este movimiento no es político, pero yo he visto ya pintados en unos círculos de adorno que hay en la puerta, símbolos "okupas" -esa O atravesada con un rayo- y anarquistas -la celebérrima A-, así como en la O de "reacciona". Igualmente, la genial idea de pernoctar en la Facultad de Geografía e Historia, fue del Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA), de tendencias de izquierdas, estando en esta Facultad su principal base de operaciones.

Muchos lectores estarán pensando «¿pero... es que en la Universidad de Salamanca no hay órden? ¿Es que Salamanca no tiene policías?». Por partes. Según los propios estatutos de la Universidad -en pie desde el Sabio se los diera allá por el s. XIII-, no permiten la entrada de policías ni fuerzas de seguridad estatales -los alguaciles de aquélla época-, por lo que policía o municipales poco pueden hacer. Respecto a lo primero... partamos de que nuestro actual Rector es de izquierdas también, así como un señor que lo único que hace es salir en fotos -¿qué se puede esperar de un tío que en su programa electoral (sí, esto es como las Elecciones) propone llenar el Tormes de... ¡delfines!-. Se pronunció la Vicerrectora de Estudiantes, Cristina Pita -otra de igual calaña-, quien -atención- ¡consintió el encierro! Me hubiera gustado saber si en lugar de CEA, la manifestación la hubieran promovido la Asociación de Estudiantes Independientes de la Universidad de Salamanca (AEUS), homólogos de CEA en la derecha; o si alguien hubiese decidido pasar la noche en el Rectorado o en el Edificio Histórico de la Universidad. Seguramente, les hubieran echado, pero...

Claro que, encerronas y violaciones de leyes aparte, esto encierra otro problema. ¿Qué culpa tienen profesores y alumnos que no comulgan con estos... movimientos de tener que soportar a cinco niñatos de papá? Y algo mucho más importante -y que estos pseudo-defensores de los derechos (tanto humanos como laborales) no se han planteado-, ¿qué culpa tienen los miembros del PAS (Personal de Administración y Servicios) de tener que soportar los caprichos de estos llorones? Porque claro, el servicio de seguridad de la Facultad y los conserjes, tuvieron que hacer noche, y las señoras de la limpieza limpiar las pintadas okupo-anarquistas, retirar todos los papeles y desperdicios que había por el suelo esta mañana, así como -junto con los conserjes-, recolocar todas las mesas, bancos y mobiliario. Estos niños llorones, que lo tienen todo, con familias con la capacidad económica suficiente como para costearles una carrera en una ciudad foránea, así como las fiestas y caprichitos que quieran darse, vienen ahora de anticapitalistas, sin dejar en paz a los que de verdad están en la Universidad para estudiar, para labrarse un futuro, sin caer en la moda de revoluciones idealizadas que han visto en películas y canciones protesta.

A mí, se me viene a la mente la canción Revolution de los Beatles, que seguramente esta gente -dejándose llevar por un título tan reaccionario- estén hartos de cantar, pero sin pensar en qué dice la letra:

You say you want a revolution.                                                   Dices que quieres una revolución
Well, you know                                                                                          Bueno, tú sabes
we all want to change the word.                                                  que todos queremos cambiar el mundo.
You tell me that it's evolution.                                                     Me dices que es evolución.
Well, you know                                                                                          Bueno, tú sabes
we all want to change the world.                                                 que todos queremos cambiar el mundo.


But when you talk about destruction                                      Pero cuando hablas de destrucción
don't you know that you can count me out.                          sabes que no puedes contar conmigo.
Don't you know it's gonna be all right                                     Sabes que no estará todo bien
all right, all right                                                                                  todo bien, todo bien
all right, all right                                                                                  todo bien, todo bien


You say you got a real solution.                                                  Dices que tienes una solución real.
Well, you know                                                                                         Bueno, tú sabes
we'd all love to see the plan.                                                           que a todos nos gustaría ver el plan.
You ask me for a contribution.                                                    Me pides una contribución.
Well, you know                                                                                         Bueno, tú sabes
we're doing what we can.                                                                  hacemos lo que podemos.






But when you want money                                                              Pero cuando quieres dinero
for people with minds that hate                                                  para las personas con mentes que odian
all I can tell is "brother you have to wait".                           lo que puedo decir es "hermano tienes que esperar".
Don't you know it's gonna be all right                                     Sabes que no estará bien
all right, all right                                                                                   todo bien, todo bien.

You say you'll change the constitution.                               Dices que cambiarás la constitución.
Well, you know                                                                                          Bueno, tú sabes
we all want to change your head.                                                que todos queremos cambiarte la cabeza.
You tell me it's the institution.                                                    Me dices que es la institución
Well, you know                                                                                          Bueno, tú sabes
you better free you mind instead.                                               que es mejor que liberes tu mente.

But if you go carrying pictures of chairman Mao,         Pero si vas llevando dibujos de Mao, 
you ain't going to make it with anyone anyhow.             no vas a hacerlo con nadie de ninguna forma.
Don't you know it's gonna be all right                                      Sabes que no estará todo bien
all right, all right.                                                                                  todo bien, todo bien.

Y así fue como, los llorones intentaron hacer su "revolución" en la Facultad de Geografía e Historia un día como otro cualquiera, llamar la atención y sentirse protagonistas de una canción protesta de los años setenta. Y encima para que sólo les haya prestado atención un par de periódicos locales. Podrían haber esperado al lunes para tener a los "fascistas" -pues es como si esta gente no hubiera vivido bajo el gobierno de Aznar-, y así sentirse aún más parte de esa idílica sociedad que aún tienen en mente y que añoran. Si gana el PP, podemos irnos preparando... 

Enlaces a la noticia:

Las dos Españas y sus camisetas

domingo, 10 de julio de 2011
Yo ya lo decía hace un año en otra entrada. Sí, en efecto, hace un año, el afán nacionalista producido por los éxitos de la Selección Nacional de Fútbol -recordemos que los éxitos en tenis, baloncesto, ciclismo, automovilismo y otros tantos deportes no merecen mención ninguna- se plasmaron en la repentina aparición en la mayoría -siempre hay excepciones, como se verá más adelante- de las casas españolas de enseñas nacionales. Muy raro me pareció a mí en su momento que ningún lumbreras de estos que aparecen para dar la nota hiciese su aparición. Hasta hoy. Pues ante todo, esta gente que busca el conflicto barato y fácil, se caracteriza sobre todo por su cobardía, por no tener las narices suficientes de montar el tinglado que está montando hace un año, cuando el sentimiento patrio estaba en pleno auge. No no no, mejor esperamos un añito, cuando toda esta moda haya pasado.

Así pues, con la conmemoración de la consecución del Mundial de Fútbol, un rojete de turno, de esos que ven una bandera con sólo dos franjas y les entran pústulas y se les cae la piel a tiras, ha entrado en escena. Un rojete de esos que lo que busca es volver a tiempos de la Guerra, de maquis, de revoluciones y toda esa parafernalia histórica que han montado los que no son capaces de asumir que la Guerra empezó y terminó, esos que hasta que no ganen y se salgan con la suya -como cualquier hijo malcriado y llorón- no estarán contentos. De esta forma, no se ha dudado ya en hacer una camiseta de España versión 2.0, republicana -o eso dicen ellos-.

Los propios autores de este acto -con un tal Fernando Ruiz a la cabeza- así lo aseguran: «Estábamos cansados, nos repateaba tanto nacionalismo, tanto chovinismo y el uso político que se hizo del título conseguido en Sudáfrica. Así que decidimos que teníamos que hacer algo». Exacto, Hispania Hispaniae lupus, es decir -modificando levemente la célebre máxima de Hobbes-, "España es un lobo para España". Por eso mismo, y con tal de tener que meter el dedo un poco más en la herida abierta desde 1939, ni corto ni perezosos, comenzaron a tejer la elástica republicana.

Lo llamativo -lógicamente y conociendo el amor que estas gentes sientes por "lo morado"-, es la división de la prenda en tres franjas, las tres correspondientes con las franjas roja, amarilla y morada de la bandera Republicana -un diseño que a más de uno le recordará la llevada por la Selección durante la Copa Confederaciones en el 2009-. El escudo también varía. Lo primero y más importante, es la supresión de la Corona Real, la flor de lis borbónica y la "R" de "Real" de la Federación Española de Fútbol -pues como buenos republicanos que son ellos, la Monarquía no tiene lugar (pese a que son perfectamente compatibles)-. A continuación, la estrella privilegiada, la que sólo los campeones del Mundo pueden lucir sobre sus escudos, sería sustituida por la de cinco puntas rojas, emblema más que asociado al comunismo. A su vez, el escudo republicano es el mismo que el utilizado durante el gobierno del Frente Popular, gobierno más radical de izquierda, que más ruina causó y que fue el responsable del estallido del Conflicto que todos conocemos -pero es para hacer la broma ¿eh?-.


A partir de aquí, es donde se dan las incongruencias y las ironías típicas de la gente que lo único que busca es el conflicto fácil. El propio autor asegura que no es seguidor del "deporte rey". Es fácil ver con esta afirmación cuáles son los verdaderos motivos del "repateo": La aparición de banderas constitucionales y no anti-constitucionales -pues hay que recordar, que la Constitución Española, asegura que la bandera nacional está formada por tres franjas, dos rojas arriba y abajo y en el centro una amarilla de un grosor superior a las dos rojas; nada de morados, igualdad en las franjas ni nada por el estilo- fue el motivo por lo que los "niños de papá" republicanos decidieran que tal afrenta nacionalista, fascista, facha, pepera y que contó con el apoyo del Papa y de EEUU entre otros no podía quedar así, por lo que se tomó la magnífica idea de la elaboración de la nueva camiseta. Luego vendrán vendiendo la moto de que en España no hay libertad de expresión, ni democracia ni esto, ni lo otro y el gobierno opresor de Madrid, los fascistas por un lado, el Papa por el otro bla, bla, bla... y los primeros que se saltan la libertad de expresión, la libertad de adornar cada uno su balcón con lo que se quiera -ya que yo al menos un par de "tricolores" vi-, son ellos, pues está mal que haya banderas de España (en España).

Sólo hay que ver las declaraciones para darse cuenta de su odio y cobardía a lo patrio: «Al ver tanta bandera pensé que igual se había producido un golpe de Estado». Sólo un enfermo mental o un cobarde puede relacionar la bandera de España actual con la Guerra. Estas declaraciones lo que hacen es afirmar algo que se tenía ya claro desde el principio de esta entrada: Hay que ser muy cobarde para hacer la camiseta ahora, y no en pleno auge del patriotismo español. He aquí la gran valentía que profesan estas personas, las que no dudan en manifestarse por "sus" libertades, eso sí, que no sean menos de 20 personas que si no...

Siguiente paso: Para que la provocación surta efecto, hay que vender la camiseta. Para ello, se contrató a un empresario -de derechas, pues como el mismo inventor afirma «por encima de la ideología está la rentabilidad»-. Jo, de izquierdas y buscan el beneficio. Estos son los más listos, en lugar de una camiseta han inventado una nueva ideología: El capitaliscomunismo. ¡Toma ya, y se quedan tan anchos! Si tan Republicanos son, que las regalen, que hagan las camisetas por su ideología, sus convicciones, no para sacar dinero -que 40€ cuesta la tontería sin contar los gastos de envío, que con ello ya la broma asciende a los 50€ (lo mismo que la camiseta de la Unión Deportiva Salamanca, un equipo federado y profesional)-. Si tan republicanos son , ¡que las regalen! Todo para el proletariado (pero sin el proletariado, claro está, el absolutismo ilustrado del s. XXI). Luego estos republicanetes que lo que buscan es forrarse a costa de crear discordia y abrir heridas, serán los mismos que -con merchandising del Che en pecho y entonando La Internacional-, votarán a los sociolistos, porque de listos, se han llevado todos los premios.

Ahora falta pulir la equipación entera, ya se sabe, el atuendo del portero -que será el rojo del P.O.U.M. o tal vez a éste se le añada una franja negra para hacer la insignia de las C.N.T.-F.A.I., quién sabe-, el equipaje de entrenar, el de las ruedas de prensa, el segundo equipo -que bueno, será intercambiar el atuendo del portero con los de los jugadores de campo, porque los colores se acaban (aunque visto lo arlequinesco de la camiseta, no creo que haga falta)-, meter publicidad por todas partes, patentar la marca "14bril" o algo así... Si el caso es ser republicano, eso sí, forrado de capital.

De esta forma -al igual que el diseño circense de la elástica-, el único calificativo para esta gente, que lo que buscan es el conflicto y la discordia -pese a que luego hagan leyes para SU Memoria Histórica-, es la de payasos. Y el año que viene, una Eurocopa. Temblad rojetes, temblad...

El Gran Circo de la Semana Santa

jueves, 13 de mayo de 2010
La Semana Santa son esos cuatro días de fiesta perdidos en el mes de Marzo o de Abril según la disposición de los astros. Se supone que son días de recogimiento, devoción, pasión, espiritualidad, abstinencia, expiación, penitencia… en los que se conmemora la muerte de Cristo; muerte para la salvación de la Humanidad.

Ahora bien, la teoría es toda muy bonita; pero ¿dónde queda el recogimiento, la espiritualidad, la abstinencia y sobre todo la penitencia? Si se busca el término “Semana Santa” en cualquiera de los buscadores de Internet, todos coinciden la gente –por no llamarlos penitentes- disfrazada. Sí, disfrazada., pues es en lo que se están convirtiendo estos días tan sumamente sacros: En el segundo Carnaval del año. Éste está concebido como el último día de excesos antes de entrar en la Cuaresma, un día también festivo en el que la gente comete excesos y se disfraza en una tradición completamente pagana. La Semana Santa es igual. La gente se preocupa más bien en disfrazarse y salir presentera en procesiones, procesiones que cada vez se asemejan más al Entierro de la Sardina carnavalesco.

Si son días de fiesta es por ser una semana de luto, luto por la muerte del Hijo que dio su vida por la salvación de los hombres. Así pues, como si se tratara del luto por un ser querido, son unos días de oración, penitencia y lágrimas, no de vacaciones y playas. Si hay “fiestas” es por un significado puramente católico, por lo que alguien no creyente, no cristiano o atea debería atenerse a sus ideologías –tan respetables como las demás- y seguir con sus menesteres del día a día como el resto del año, y no ser el primer hipócrita y tomarse unos días de relax. ¿O acaso tomamos nosotros vacaciones por el Ramadán o por la Pascua Hebrea?

Lo más llamativo son las procesiones, las cuales cada día se asemejan más a un circo. Se trata de imágenes santas que desfilan como si de animales se tratase, sin ningún ápice de respeto y mucho menos aún devoción. Son animales a los cuales acompañan los payasos –en el buen sentido de la palabra- de los hermanos cofrades disfrazados, más preocupados en aparentar y ser bien vistos, y sin dudar en momento alguno de romper la formación y el protocolo por saludar a algún conocido, que aunque se trate de un conocido sin mucha relación, que mejor momento este para retomarla, demostrando así esa gran prepotencia por poder salir en procesión. Tal es el extremo alcanzado por el ser vistos que los hermanos de escolta –por el hecho de en su mayoría llevar el rostro cubierto imposibilitando así ser reconocidos- son cada vez más escasos, pudiéndose asimilar así pues –dentro de este circo semanasantero- a los linces, es decir en peligro de extinción. ¡Qué bonito es disfrazarse de hermano de carga con la jeta bien al aire para poder al día siguiente recibir halagos por parte del carnicero! ¿Y el orgullo que se siente por poder darte un paseo disfrazado y que te vea la vecina? ¿Orgullo? Yo siempre pensé que se trataba de una creencia personal, un acto de devoción, promesa y penitencia. Las madres con esos aires de superioridad viendo pasar a su nene que –aunque no tenga ni edad para llevar una bolsa con incienso (ya puestos que haga algo útil), bien que desfilan como hermanos de carga -¡cómo va a salir de escolta! ¿Y si no lo reconoce la otra vecina?-. ¿Qué la procesión queda sin luz apenas porque no hay gente para llevar cirios? Qué más da mientras al nene se le vea bien elegante...

Dejando ya de lado el desfile circense, es tiempo de fijarnos en nosotros, el público. No nos engañemos, si vamos es sólo por el espectáculo, por no ser el bicho raro que no ve estas cosas. Eso sí, vamos, pero el respeto se entretiene por el camino… Muchos hay que no les importa cruzar por medio de una procesión. Se puede ir por otro sitio a 5m, claro que sí, pero todos sabemos que la línea recta es más corta incluso habiendo en nuestro paso un Nazareno o una Dolorosa. Es en esta época cuando todos somos religiosos y devotos; apostólicos, católicos y romanos. Nos volvemos locos por ver estos desfiles pero… ¿qué pasa con los 359 días restantes? Quita quita… que en las iglesias estas te entran unas úlceras… Corre el rumor de que existe gente que en esta semana incluso va a misa, pero debe de ser una leyenda urbana...

Foto: Cristo del Humilladero
(Cáceres)
GEM
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Así pues, un servidor seguirá esperando a que este circo acabe, circo en el que no sé cómo todavía tienen ganas de demostrar su fervor religioso saeteros y penitentes de verdad –esos que, cara cubierta y despreocupados por el qué dirán, cargan pies descalzos y encadenados una cruz por las frías calles-. Y lo peor es que al paso que vamos, la solución que se tomará –si es que algún año se llega a tomar- será lo propuesto por Lutero hace 500 años: Anular las representaciones de Santos, Vírgenes y Cristos, para frenar la transformación circense del cristianismo. Pero mientras las autoridades puedan hacer gala de pomposidad en cada procesión, ¿a quién le importa?