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"Rex eris si recte facies".

lunes, 16 de julio de 2012
16 de julio de 1212. A estas mismas horas, hace la friolera de 800 años, las tropas cristianas castellanas, portuguesas, navarras y aragonesas se estaban enfrentando al todopoderoso ejército almohade en la Batalla de las Navas de Tolosa. Los reinos hispánicos se jugaron el todo por el todo, pusieron toda la carne en el asador y se lo jugaron todo a una sola carta. El resultado de esta batalla pondría de lado la balanza para los cristianos o para los musulmanes. Los propios reyes estaban en la batalla. No como espectadores, sino luchando junto a sus súbditos por recuperar de una vez para todas Hispania, sabiéndose herederos de Toledo y estandartes de la Cristiandad.

16 de julio de 2012. 800 años después. Juan Carlos I, heredero de los reyes cristianos, está en su palacio, con su aire acondicionado y su mayordomo, comiendo trufas y viendo el "Sálvame". Así es la Monarquía de hoy en día. Estas semanas se ha venido especulando sobre la no asistencia del Jefe del Estado español a los actos de conmemoración de la Batalla. Yo he guardado la esperanza hasta el último momento de que se presentara, pues para eso es rey de España. Pero no, no ha ido. Se ha quedado en su casa, a la fresca. Y esto para mí, ya ha sido la gota que ha colmado el vaso. Intolerable su actitud.

Hace ya tiempo que veo cómo la Casa Real cae en descrédito. Tienen más protagonismos por programas del corazón y escándalos que por actos por y para el pueblo. No son una Casa Real, son un circo. Pérez-Reverte, en El Sol de Breda, narra cómo en medio de un motín, Alatriste le dice a Íñigo Balboa «tu rey es tu rey» (p. 84), obligándole así a no participar en la revuelta. Y tiene toda la razón. "Tu rey es tu rey", es el rey que te ha tocado, te guste o no; es el rey que te ha tocado, y como español, le debes obediencia y respeto. Pero yo ya a Juan Carlos no le puedo ver como mi rey. Sigamos con citas. San Isidoro de Sevilla dijo «rex eris si recte facies, si non facias, non eris», es decir "serás rey si actúas rectamente, si no actúas, no serás". Y Juan Carlos, hace ya tiempo que dejó de actuar rectamente. Sus principales defensores se basan en ser el salvador de la Democracia, de cómo abandonó la Dictadura y de cómo defendió la libertad en 1981. Hubo de esperar más de 25 años para que Juan Carlos volviera a hacer algo por España, en el celebérrimo suceso del "¿por qué no te callas?". Y ya. Estos han sido los grandes hitos de Juan Carlos I.

Yo con la famosa frase en la Cumbre Iberoamericana, volví a confiar en Juan Carlos. Parecía haber despertado de un letargo, de estar harto de las afrentas a España y a su nombre. Pero ahí se quedó. Los ataques a símbolos nacionales y reales han seguido y nadie ha salido castigado -la propia Constitución en el artículo 56 dice que la figura del rey es inviolable-. Juan Carlos lo que ha demostrado es ser un rey incompetente, que no sabe gobernar, prefiriendo ir de caza a países exóticos que asistir a actos de nuestra Historia, saliendo en la prensa por sus escándalos y por la de su familia que por realizar actos con el pueblo. Y luego le tildan de campechano.

Juan Carlos ha dejado de actuar rectamente, no puede ser rey. De nada sirve lo que hiciera en un pasado lejano. No se puede vivir toda la vida de algo, eso es ser muy oportunista. Juan Carlos ha convertido su corte en la de los últimos Austrias, la de Alatriste. Juan Carlos ha dejado de ir al campo de batalla -sin poner en peligro su vida en lucha alguna- para irse de caza y quedarse en casa. Hasta Felipe II, todos los reyes estuvieron presentes en guerras, poniendo en peligro su vida y la de sus hijos. Carlos V fue el último que salió de su Corte y acompañó a los ejércitos en las empresas. Felipe II ya lo dijo en San Quintín, la única batalla que presenció «¿es posible que de esto gustase tanto mi padre?». El Rey Prudente, más comodón, asentó la Corte y no salió de ella. Fue con él con el que empezó la salsa rosa real -en aquélla época se conocía como "Leyenda Negra"-, cuando los reyes perdieron su presencia en la lucha para estar presentes en las bocas y panfletos del pueblo. Su nieto Felipe IV -el rey de Alatriste e Íñigo Balboa- fue más dado a fiestas, cacerías -de elefantes no, por si acaso-, comedias y corridas de toros en la Plaza Mayor de Madrid. Con los últimos Austrias comenzó la salsa rosa real, y hasta hoy ha llegado.

Y ahora es cuando entran en escena los detractores de la Monarquía, con razón. Como todo hoy en día, sólo hay dos opciones: Blanco y negro, Monarquía o República. La Monarquía sirve para mantener la unidad española -muy bien expuesto por Juan Manuel de Prada en un artículo hace unos meses-, así como para garantizar el orden sucesorio, pues al no haber más opción que "al que le toque", no hay lucha alguna por hacerse con el poder. Siempre que en España no ha habido monarquía hereditaria, ha habido inestabilidad política: En el reino visigodo de Toledo, las luchas por el poder y los regicidios eran pan de cada día, con reyes que duraban semanas; en la I República, gobiernos de meses; y en la II República, los enfrentamientos por llegar a la presidencia del Gobierno -incluso una vez estallada la Guerra Civil- fueron constantes. La Monarquía es pues, quien da estabilidad y unidad al conjunto de las Españas.

Pero en efecto, no sólo hay Monarquía o República. Desde 1833, las opciones al trono de España tienen una vertiente más. Son los tapados por la Historia, los llamados pretendientes. El carlismo. Tras la traición a España de Fernando VII y su Pragmática Sanción, con Carlos María Isidro, hermano de éste y a priori futuro rey, surge un nuevo movimiento, tradicionalista. Fue Don Carlos el penúltimo rey que se puso al frente de un ejército español. Y tal vez la Historia fuera otra si la mala suerte -y el empeño de Don Carlos por tomar Bilbao- no hubieran provocado que Tomás de Zumalacárregui -el mejor general que han tenido las tropas txapelgorris- muriera. El caso es que la semilla de los pretendientes estaba plantada, creciendo y madurando con Carlos VII -último rey español en dirigir personalmente un ejército-.

Pero también hubo problemas dentro del carlismo. En 1971, el pretendiente Carlos Hugo -Q.E.P.D.- abrazaba el marxismo, traicionando así a todos los que lucharon por la Tradición, fundando un partido político, el Partido Carlista, de carácter federalista y de socialismo autogestionario. Por otra parte, Don Sixto de Borbón, hermano de Carlos Hugo siguió fiel al principio carlista. Fueron estos dos "carlismos" los que protagonizaron los tristes sucesos de Montejurra (1976).

Carlos Hugo tampoco pudo ser rey. Se apartó y fue expulsado del carlismo -por lo que tampoco ha obrado rectamente-. Algunos ven en su hijo Carlos Javier un futuro pretendiente. Pero aún no ha anunciado el abandono del marxismo y ya colma portadas de revistas y escándalos, tanto por su boda con una periodista -¿de qué me suena ésto?- como por tener un hijo bastardo.

Esto sólo deja una opción: Don Sixto de Borbón. Pero, ¿sería buen rey? ¿Basta que se le tenga a él en cuenta sólo porque otros no han obrado rectamente? Don Sixto de Borbón nunca se ha autoproclamado rey. Desde la escisión carlista, él siempre se ha referido a sí mismo como "abanderado de la Tradición" y "Regente", demostrando gran humildad y sin intenciones de querer el poder a toda costa, sino de ser él un mero administrador hasta que se solucionen las cosas -alguien tiene que haber-. A diferencia de Juan Carlos, Don Sixto sí ha participado en actos públicos relacionados con la Historia de España. Hace poco más de un mes, inauguró un monumento a las tropas rusas caídas en el Bando Nacional durante la Guerra Civil -sí, también había rusos no-soviéticos- y es el responsable directo de la "Asociación Santa María de África", una ONG destinada a la ayuda humanitaria y desarrollo en este continente. Igualmente, la Comunión Tradicionalista Carlista -pese a sus tensiones y discrepancias con Don Sixto- ha emitido un comunicado según el cual sí va a estar presente en los actos de la Batalla de las Navas de Tolosa.

Un rey que se preocupa por la Historia, presentándose a actos y llevando asociaciones humanitarias desde el ostracismo -preocupado no por el "qué dirán" sino por actuar con justicia y generosidad, y además de manera altruista- y teniendo que rebuscar en Internet para poder encontrarse referencias, sí merece regir un Estado, pues «rex eris si recte facies, si non facias, non eris» ergo «si facias, eris».

¿Prólogo de una II Guerra Civil Española?

jueves, 1 de marzo de 2012
El debate sobre la ciclicidad de la Historia es algo todavía sin resolver. Viendo los sucesos que están ocurriendo hoy en día, parece que en efecto, la Historia es un círculo cerrado, cuyos hechos se repiten a las pocas generaciones. España lleva unos meses en los que el malestar social es más que evidente. Tras la victoria del PP en las Generales, algunos se "quejaban" de que volvíamos a 1996 -ojalá-, pero más bien hemos dado un tropezón de 80 años. ¿Es preciso comparar esta España con la de los años 30? Veámoslo:

- Antecedentes: En 1931, las Elecciones Municipales dieron como vencedores a los partidos republicanos en las ciudades; en el campo -y por consiguiente en la mayor parte del territorio nacional- no. Eran 22.150 concejales monárquicos frente a 5.875 republicanos. Alfonso XIII, entendió que "sobraba", por lo que abdicó, proclamándose la II República primero en Éibar y luego en las distintas ciudades de España. Sí, la II República -pese a las creencias idílico-románticas- no fue elegida en las urnas, sino impuesta -tras además, el intento golpista del Pacto de San Sebastián-. En el 2011, por el contrario, las Elecciones Municipales -coincidencia- daban la mayoría absoluta al Partido Popular, augurándose un estrepitoso fracaso socialista. Visto lo que se venía encima, los "llorones" -dejemos su autodefinición "indignada" a un lado-, organizaban movilizaciones por todo el país, con el fin de evitar la hecatombe de la izquierda.

- En 1933, las Elecciones Generales de la II República, dieron como vencedores a la Confederación Española de Derechas Autónomas (C.E.D.A.), liderada por el salmantino Gil-Robles. De todas formas, Alcalá-Zamora, Presidente del Gobierno, no dió por válido el triunfo cedista -ya estaban los "indignados" lloriqueando porque no se salían con la suya-, formando gobierno el Partido Radical de Lerroux, al que se le unió la CEDA en coalición, dando comienzo el período radical-cedista. Ya hemos visto lo que pasó en mayo del 2011 ante la asegurada victoria del PP, que otros nuevos "indignados" montaron también un circo con el fin de evitar un Gobierno de derechas; en las Elecciones Generales también sucedía lo mismo: Montarla para evitar que la derecha gobierne. Esta es la clase de "república" que quieren los rojetes, una en la que sólo "su" democracia, "su" libertad y "su" pluralidad política e ideológica sea válida. ¿Quién es el fascista aquí?

- En 1934, el Partido Obrero Socialista "Español" -eso de español poco, que ya sabemos que ellos son más de "Internacional"- y la UGT con Indalecio Prieto y Largo Caballero, apoyados por los anarquistas de la CNT y el PCE, promovían huelgas y revueltas con el fin de acabar con el Gobierno legítimo radical-cedista -o ganan ellos o la montan, ¡viva el saber perder!-. Así fue cómo se llegó a la denominada Revolución de Asturias, la cual buscaba abolir la Constitución de 1931 -esa misma que ellos habían promulgado tras, según la idea que a día de hoy siguen teniendo, haber ganado unas elecciones democráticamente- con el fin de convertir España en un país socialista, claramente imitando a la Unión Soviética de Lennin. Se llama de Asturias al haber sido en esta zona minera donde más triunfó la revuelta, llegándose a eliminiar la moneda y haciendo dineros propios. Los mineros se armaron y formaron el Ejército Rojo, sembrando el caos en el Principado -sobre todo contra la Iglesia-, pensando en iniciar una Guerra Civil marchando sobre la capital de España; se decretó el Estado de Guerra. Se exaltaron tanto, que Companys llegó  a proclamar la Independencia de Cataluña. A Asturias fue enviado un tal Francisco Franco -que ya apuntaba maneras militares-, acompañado de Goded, con el fin de sofocar la tontería con el temible ejército de África: La Legión y los Regulares. Vemos de nuevo como hoy en día pasa lo mismo pero con algunos matices: ¿La izquierda pierde? Pues el PSOE -de nuevo- junto con su brazo armado la UGT a la que se le suman CCOO, organizan manifestaciones y destrozos. Es la policía la que sofoca todo esto a base de cargas -de momento el Ejército no ha entrado en lides-.

Tanques en manos de los sublevados en la Revolución de Asturias
- Actividad de agilidad visual: Descubra en menos de 10 segundos qué foto corresponde a los años 30 y cuál a 2012:


Solución: Primera foto, Puerta de Alcalá de Madrid conmemorando el 20º Aniversario de la Revolución Soviética, imagen de 1937; segunda foto, calles de Madrid en una de las manifestaciones contra las medidas del gobierno popular y -"supuestamente"- contra la represión policial en Valencia, imagen de 2012. Parece que las cosas siguen ancladas casi un siglo atrás...

- En 1931 y durante toda la década en general, un anticlericalismo recorría el país de cabo a rabo. No hace falta decir más de las celebérrimas quemas y saqueos de iglesias y asesinatos de curas, monjas y creyentes civiles, o el "fusilamiento" del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles a manos de milicianos. No voy a perder el tiempo en buscar unas imágenes que todo el mundo conoce y que son fáciles de encontrar. Me limitaré a simplemente dos frases: La primera, sobre la ideología anarquista, la única iglesia que ilumina, es la que arde, la cual no cesaba de repetir Buaneventura Durruti; la segunda, una estrofa del Himno del Riego -el Himno de la II República- versión miliciana en la Guerra Civil, si los curas y los frailes/ supieran la paliza que les vamos a dar/ subirían al coro cantando:/ ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! Tampoco hace falta decir nada sobre el anti-catolicismo que reina hoy en España, habiendo tenido un momento álgido en la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud este año en Madrid -donde cómo no, se volvieron a ver manifestaciones de "indignados" llorando-.

- Tras la caída de Primo de Rivera, el otro pilar de la Tradición quedó también tocado: La Monarquía. Tomando de nuevo como fuente el Himno republicano de adaptación miliciana, se puede ver cómo si los reyes de España supieran/ lo poco que van a durar/ saldrían a la calle cantando:/ ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! [...] si la reina quiere una Corona/ una corona la vamos a dar/ que venga a Barcelona/ que su cabeza vamos a cortar [...] estaba un hombre cagando/ cuando se quedó sin papel/ pasó el rey Alfonso/ y se limpió el culo con él. Volviendo al presente, es raro que en Cataluña no le corten la cabeza a la reina después de ver cómo queman retratos de ambos monarcas y los desplantes a la Corona aumentan, o cómo en finales deportivas, se les silba tanto a ellos como al Himno. Al mismo tiempo, la Monarquía ha sufrido una nueva oleada antipopular tras el escándalo de Urdangarín.

- En 1929, el crack de la bolsa de Nueva York propició la mayor crisis económica del sistema capitalista en la Historia. Es España llegó de soslayo, pero ocasionó que el régimen de Primo de Rivera se viera perjudicado y cayese, con la proclamación de la República a los pocos años. 80 años más tarde, se ha producido una nueva crisis procedente de EEUU. Las malas y tardías medidas del gobierno socialista han propiciado su propia caída y la prolongación de la crisis en nuestro país -aunque eso sí, todo esto comenzó bajo el Gobierno de Aznar y suya y sólo suya es la culpa-. De momento, así siguen las cosas.

- La vida española de los años 30 era una bomba de relojería. Se producían huelgas y revueltas cada poco tiempo. Se tenía miedo tanto al fascismo como al comunismo. La sociedad estaba muy politizada. Cada poco había asesinatos, intentos golpistas -Sanjurjada (1932), Revolución de Asturias e Independencia de Cataluña (1934), Golpe Militar (1936)...-. Con anterioridad ya se había producido la Semana Trágica de Barcelona (1909). La sociedad estaba armada, y los políticos caían como moscas, con numerables atentados de extremistas. En 1936, el PSOE se vengaba del asesinato de José Castillo mandando matar al líder de Renovación Española -derechas- José Calvo Sotelo. Tras su muerte, el Alzamiento Militar dirigido por Sanjurjo y Mola se adelantó, comenzando la Guerra Civil. En 1981, hubo otro nuevo Golpe de Estado comandado por Tejero. ¿Por qué fracasó? Básicamente por dos motivos: La sociedad no estaba tan politizada como 50 años antes y la población no estaba armada -recordemos además que tanto sindicatos como el propio Gobierno republicano proporcionó armas a la población civil para hacer frente al Golpe-.

Vistos estos puntos, y yendo por el camino que vamos... ¿Estamos ante el preámbulo de una nueva guerra fraterna? La tensión política de hoy en día ha llegado al punto de haber sólo dos opciones políticas: O rojos -PSOE- o fachas -PP-. El resto de partidos políticos sean de la ideología que sean no tienen cabida. Les hay más extremistas y más del centro, pero se es o rojo o facha, y de momento "ganan" los primeros porque son más "guays" y la montan más.

El PSOE sigue encendiendo focos. Parece que -en su complejo de inferioridad y el afán revanchista aumentado tras el Gobierno de Zapatero- no van a parar hasta provocar una nueva contienda. Como niños malcriados, llorando porque no se salen con la suya y porque no se les da lo que quieren, parecen estar dispuestos a acabar con la Democracia, como ya intentaran en 1934. El revanchismo empezó en la Ley de Memoria Histórica, y está siendo continuado por diversos políticos -como el caso de una Concejala del PSM, la cual ha soltado ya varias lindezas-. No hay que extrañarse si alguna vez vemos a algún socialista amenazar de muerte o promover atentados contra alguno de la oposición -como hiciera papi Pablo Iglesias con Antonio Maura- o sacando armas en el Congreso -imitando en esta ocasión a Indalecio Prieto-.

Ahora bien... en caso de una II Guerra Civil, ¿qué pasaría? ¿Habría dos bandos definidos? ¿Intervendría por fin el Rey en algo? ¿Tendría cabida el Ejército? ¿Se prolongaría en el tiempo? ¿Tendrían alguna opción los pro-republicanos -pues los milicianos luchaban por España, pero ahora "España" está mal visto-? ¿Se llegaría a un nuevo Estado libre -porque en la supuesta III República también habría partidos de derechas, y visto lo visto habría bastante represión y falta de libertad-? ¿Se lucharía por ideología o por el berrinche revanchista y de no salirse con la suya? Muchas incógnitas que hacen -esta vez sí- que las diferencias con hace 80 años sean más claras.


Las dos Españas y sus camisetas

domingo, 10 de julio de 2011
Yo ya lo decía hace un año en otra entrada. Sí, en efecto, hace un año, el afán nacionalista producido por los éxitos de la Selección Nacional de Fútbol -recordemos que los éxitos en tenis, baloncesto, ciclismo, automovilismo y otros tantos deportes no merecen mención ninguna- se plasmaron en la repentina aparición en la mayoría -siempre hay excepciones, como se verá más adelante- de las casas españolas de enseñas nacionales. Muy raro me pareció a mí en su momento que ningún lumbreras de estos que aparecen para dar la nota hiciese su aparición. Hasta hoy. Pues ante todo, esta gente que busca el conflicto barato y fácil, se caracteriza sobre todo por su cobardía, por no tener las narices suficientes de montar el tinglado que está montando hace un año, cuando el sentimiento patrio estaba en pleno auge. No no no, mejor esperamos un añito, cuando toda esta moda haya pasado.

Así pues, con la conmemoración de la consecución del Mundial de Fútbol, un rojete de turno, de esos que ven una bandera con sólo dos franjas y les entran pústulas y se les cae la piel a tiras, ha entrado en escena. Un rojete de esos que lo que busca es volver a tiempos de la Guerra, de maquis, de revoluciones y toda esa parafernalia histórica que han montado los que no son capaces de asumir que la Guerra empezó y terminó, esos que hasta que no ganen y se salgan con la suya -como cualquier hijo malcriado y llorón- no estarán contentos. De esta forma, no se ha dudado ya en hacer una camiseta de España versión 2.0, republicana -o eso dicen ellos-.

Los propios autores de este acto -con un tal Fernando Ruiz a la cabeza- así lo aseguran: «Estábamos cansados, nos repateaba tanto nacionalismo, tanto chovinismo y el uso político que se hizo del título conseguido en Sudáfrica. Así que decidimos que teníamos que hacer algo». Exacto, Hispania Hispaniae lupus, es decir -modificando levemente la célebre máxima de Hobbes-, "España es un lobo para España". Por eso mismo, y con tal de tener que meter el dedo un poco más en la herida abierta desde 1939, ni corto ni perezosos, comenzaron a tejer la elástica republicana.

Lo llamativo -lógicamente y conociendo el amor que estas gentes sientes por "lo morado"-, es la división de la prenda en tres franjas, las tres correspondientes con las franjas roja, amarilla y morada de la bandera Republicana -un diseño que a más de uno le recordará la llevada por la Selección durante la Copa Confederaciones en el 2009-. El escudo también varía. Lo primero y más importante, es la supresión de la Corona Real, la flor de lis borbónica y la "R" de "Real" de la Federación Española de Fútbol -pues como buenos republicanos que son ellos, la Monarquía no tiene lugar (pese a que son perfectamente compatibles)-. A continuación, la estrella privilegiada, la que sólo los campeones del Mundo pueden lucir sobre sus escudos, sería sustituida por la de cinco puntas rojas, emblema más que asociado al comunismo. A su vez, el escudo republicano es el mismo que el utilizado durante el gobierno del Frente Popular, gobierno más radical de izquierda, que más ruina causó y que fue el responsable del estallido del Conflicto que todos conocemos -pero es para hacer la broma ¿eh?-.


A partir de aquí, es donde se dan las incongruencias y las ironías típicas de la gente que lo único que busca es el conflicto fácil. El propio autor asegura que no es seguidor del "deporte rey". Es fácil ver con esta afirmación cuáles son los verdaderos motivos del "repateo": La aparición de banderas constitucionales y no anti-constitucionales -pues hay que recordar, que la Constitución Española, asegura que la bandera nacional está formada por tres franjas, dos rojas arriba y abajo y en el centro una amarilla de un grosor superior a las dos rojas; nada de morados, igualdad en las franjas ni nada por el estilo- fue el motivo por lo que los "niños de papá" republicanos decidieran que tal afrenta nacionalista, fascista, facha, pepera y que contó con el apoyo del Papa y de EEUU entre otros no podía quedar así, por lo que se tomó la magnífica idea de la elaboración de la nueva camiseta. Luego vendrán vendiendo la moto de que en España no hay libertad de expresión, ni democracia ni esto, ni lo otro y el gobierno opresor de Madrid, los fascistas por un lado, el Papa por el otro bla, bla, bla... y los primeros que se saltan la libertad de expresión, la libertad de adornar cada uno su balcón con lo que se quiera -ya que yo al menos un par de "tricolores" vi-, son ellos, pues está mal que haya banderas de España (en España).

Sólo hay que ver las declaraciones para darse cuenta de su odio y cobardía a lo patrio: «Al ver tanta bandera pensé que igual se había producido un golpe de Estado». Sólo un enfermo mental o un cobarde puede relacionar la bandera de España actual con la Guerra. Estas declaraciones lo que hacen es afirmar algo que se tenía ya claro desde el principio de esta entrada: Hay que ser muy cobarde para hacer la camiseta ahora, y no en pleno auge del patriotismo español. He aquí la gran valentía que profesan estas personas, las que no dudan en manifestarse por "sus" libertades, eso sí, que no sean menos de 20 personas que si no...

Siguiente paso: Para que la provocación surta efecto, hay que vender la camiseta. Para ello, se contrató a un empresario -de derechas, pues como el mismo inventor afirma «por encima de la ideología está la rentabilidad»-. Jo, de izquierdas y buscan el beneficio. Estos son los más listos, en lugar de una camiseta han inventado una nueva ideología: El capitaliscomunismo. ¡Toma ya, y se quedan tan anchos! Si tan Republicanos son, que las regalen, que hagan las camisetas por su ideología, sus convicciones, no para sacar dinero -que 40€ cuesta la tontería sin contar los gastos de envío, que con ello ya la broma asciende a los 50€ (lo mismo que la camiseta de la Unión Deportiva Salamanca, un equipo federado y profesional)-. Si tan republicanos son , ¡que las regalen! Todo para el proletariado (pero sin el proletariado, claro está, el absolutismo ilustrado del s. XXI). Luego estos republicanetes que lo que buscan es forrarse a costa de crear discordia y abrir heridas, serán los mismos que -con merchandising del Che en pecho y entonando La Internacional-, votarán a los sociolistos, porque de listos, se han llevado todos los premios.

Ahora falta pulir la equipación entera, ya se sabe, el atuendo del portero -que será el rojo del P.O.U.M. o tal vez a éste se le añada una franja negra para hacer la insignia de las C.N.T.-F.A.I., quién sabe-, el equipaje de entrenar, el de las ruedas de prensa, el segundo equipo -que bueno, será intercambiar el atuendo del portero con los de los jugadores de campo, porque los colores se acaban (aunque visto lo arlequinesco de la camiseta, no creo que haga falta)-, meter publicidad por todas partes, patentar la marca "14bril" o algo así... Si el caso es ser republicano, eso sí, forrado de capital.

De esta forma -al igual que el diseño circense de la elástica-, el único calificativo para esta gente, que lo que buscan es el conflicto y la discordia -pese a que luego hagan leyes para SU Memoria Histórica-, es la de payasos. Y el año que viene, una Eurocopa. Temblad rojetes, temblad...